martes, 3 de septiembre de 2013

Cruzando fronteras Edna María Ávila Sarmiento

 
Adham Abdalá, tiene 65 años y actualmente se encuentra laborando como Auditor en la empresa Puebla Fashion S.A de C.V, en la colonia San Gerónimo Caleras Puebla, Puebla.  Hijo de padres Árabes nacidos en Líbano, migraron a el país de México  en el  año de 1930 debido a las corrientes migratorias que tuvieron lugar desde el último cuarto del siglo XlX.
 
Nuestro entrevistado  explica que la gente veía en el continente Americano una tierra de promisión para sus expectativas de vida, mejorar su situación económica, profesar su religión libremente y huir de las persecuciones políticas del cual, eran objeto.
 
Nos  comenta tres factores principales que según él, dieron origen a la emigración:
 
El factor político: Muchos de los pueblos que se encontraban bajo dominio otomano, eran obligados a soportar las injusticias, la discriminación y los momentos de inestabilidad política, económica y social que afectó a todo el Imperio. Esta situación llevó a muchos a emigrar, escapándose de los malos tratos.
 
El factor cultural: Es un resultado del factor político, ya que tanto los otomanos, franceses o ingleses, efectuaban una opresión a los escritores. Y los poetas que con sus plumas y sus versos, intentaban animar al pueblo a luchar contra la colonización, terminaron emigrando fuera de sus países después de las percusiones, al ser una gran amenaza para la estabilidad de los países.
 
El factor económico: El más importante, ya que en la zona había mucha pobreza y se vivía una tremenda crisis económica, causada por la mala gestión de los gobernantes del Imperio Otomano, sobre todo entre 1880 y 1913. Por eso la mayoría de los que se fueron eran pobres, no tenían nada y buscaban mejorar sus condiciones económicas y las de sus familiares que sufrían del hambre, sobre
todo después de la hambruna del Líbano en 1912.
 
También argumenta que la mayoría  de los árabes emigrantes, llegaron a Brasil, Argentina, México, Colombia, Venezuela y países del Caribe, aunque muchos preferían Estados Unidos y Brasil, pero llegaban por azar a otros países, donde se establecieron definitivamente.
 
A esos inmigrantes; o bien los registraban como árabes por el idioma que hablaban, o como turcos, porque la mayoría tenía pasaporte del Imperio Otomano.
 
Su intensión de afincarse a los países contó con diversos obstáculos; que impedían su integración en su nueva vida.
 
Revela que uno de los obstáculos era el nombre, que dificultaba su integración en la sociedad. Por eso; muchos decidieron cambiar su nombre e incluso su apellido, utilizando otros nombres iguales a los nombres de los nativos, para ganar su confianza y encontrar un trabajo.
 
Pero cambiar los nombres no significaba lograr la total integración social, ya que les quedaba la barrera del idioma que les impedía relacionarse. Explica así que en el mejor de los casos cargaban sus mercancías encima de los burros y viajaban de ciudad en ciudad, para venderlas, y con las pocas palabras que habían aprendido, tenían que convencer a la gente.
 
Así mismo cambiar de cultura y costumbres no fue nada fácil, ya que los árabes (Musulmanes) profesan la religión monoteísta del Islam, que cuyo dogma se basa en el libro sagrado del Corán dictado por Alá. Así que muchos árabes siguieron ejerciendo el Islam sin importar su estancia.
 
Adham en la entrevista explica que él nació en México; pero no por ese simple hecho, dejó de practicar su religión y sobre todo, sus costumbres.
 
Tratando de buscar más información acerca sus tradiciones y costumbres le pregunté  acerca de los “modales Islámicos”. A lo que él contestó numerosas:
 
No debe apuntar con la suela del zapato a una persona (cuando  se sienta y cruza las piernas) pues esto resulta ofensivo.
 
Usted no debe servir o tomar alimentos con la mano izquierda, pues es de muy mala educación, tampoco debe elegir sino más bien tomar aquello que se encuentra más cerca de usted. De este modo todos tendrán igualdad de posibilidades. En la cultura árabe-islámica se usa la mano izquierda para todo acto que implique una impureza. Por ejemplo, la higiene de las partes íntimas del
cuerpo no se realizan jamás con la mano derecha.
 
Solo puede tocar tres veces el timbre de una casa y si nadie responde, es mejor retirarte.
 
El peor insulto para un árabe es  un perro; estas mascotas no son
recomendables, aunque se vuelven permisibles como herramienta de trabajo, siendo el caso de los pastores de ovejas con sus perros de pastoreo.
 
Es costumbre de algunos países árabes demostrar afecto a una madre.
 
Una de las frases más usadas es "Inshallah", que significa "Si es lo que Dios quiere"
 
El estilo de su vestimenta es generalmente conservador. Usando túnicas, camisas largas y tocados.
 
No comen carne de cerdo.
 
En la cultura árabe las leyes de la unión de parejas permiten que un hombre tenga hasta cuatro esposas.
 
No es mal visto que un hombre árabe le tome la mano a otro. Esto es en señal de amistad y no define su preferencia al sexo opuesto.
 
Cuando se saluda a un árabe no hay que apretar fuerte la mano. El apretar la mano entre los árabes a la hora del saludo está considerado como agresividad.
 
Después de haber mencionado algunas de las reglas de los “modales islámicos” le interrogué sobre las experiencias que había tenido en México, ya sea que hayan sido buenas o malas.
 
Mencionó que la experiencia más desagradable fue cuando asistió a una comida con diversos clientes de la empresa en la que labora. El momento desagradable fue cuando ordenó un platillo  en el que se llevaba Carne de cerdo; Adham revela que cuando dio el primer bocado notó el extraño sabor del platillo e inmediatamente lo escupió. Explica que todos los clientes quedaron sorprendidos al ver su actitud tan extraña y deduce que aunque todo se aclaró; el contrato con los clientes ya no se realizó.
 
Al igual que las experiencias malas, también ha tenido otras buenas con sus trabajadores aquí en Puebla. Como las fiestas tradicionales, los viajes o la inmensa gama gastronómica que esta le ofrece. Así mismo se declara fanático de la gastronomía de Puebla; disfrutando especialmente de los chiles en nogada.
 
Después de una larga plática le pedí al señor Adham su conclusión sobre la Migración Árabe a México.
 
A lo que expresó que, a pesar de todos los obstáculos presentados durante la migración árabe al continente americano, millones de árabes y descendientes de árabes; además de convertirse en una fuerza económica en diversos países, y contribuir en el enriquecimiento cultural, pudieron participar en la vida política de sus nuevas patrias.

1 comentario:

  1. Que interesante entrevista, no cabe suda que el medio oriente tiene una cultura, costumbres y creencias distintas a las que practicamos, por todas estas diferencias comprendo que las diferencias muchas veces causen conflicto en las culturas occidentales. Me gusto mucho este artículo.

    ResponderEliminar